Conceptos de Alberto Carlos acerca de su pintura

• De los seres humanos, más que su dinámica corporal, me atrae su interioridad: unos ojos expresivos me motivan más que un bello cuerpo desnudo. Otro signo recurrente en las figuras humanas que pinto son las manos, tan expresivas como los ojos.

• De la fauna y de las cosas, capto sus ‘relámpagos’ para crear espacios pictóricos más allá de los objetos mismos, en donde el color y la luz juegan su propio juego.

• El papel amate es para mí todo un potencial de imaginería. Sus manchas irregulares conforman un mundo de fantasmas que me piden les dé corporeidad. Danzan, cantan y lloran hasta que me obligan a realizar el génesis pictórico e incorporarlos a mi universo.

• Me cautiva la reciedumbre del paisaje chihuahuense: las llanuras libérrimas y sus dorados pastizales; sus lomeríos y sus cerros con sus individualidades cromáticas; sus barrancas y sus montañas prodigiosas. Vivo intensamente nuestro paisaje y pinto su carácter.

Alberto Carlos